

El desfile del Orgullo de Nueva York recurre a fondos participativos ante la retirada de empresas
La caída de donaciones empresariales tras la arremetida de las políticas de Donald Trump contra la diversidad y la inclusión han llevado al desfile del orgullo de Nueva York, la reunión anual LGBTQ más importante de Estados Unidos, a buscar fondos entre los miembros de la comunidad.
Según el portavoz de NYC Pride, Kevin Kilbride, este año se ha alcanzado "apenas alrededor del 80% del objetivo de recaudación de fondos" para la gran fiesta del orgullo de la ciudad, que este año se celebra el 29 de junio, y que espera congregar a cerca de dos millones de personas.
"Estamos intentando colmar ese hueco con una campaña participativa de recaudación de fondos", dice Kilbride.
A mediados de mayo, la organización lanzó una campaña "entre iguales para que la gente pueda poner en marcha su propia recaudación de fondos en Internet, compartirla con sus amigos y que la gente haga donaciones", cuenta.
El grupo "quiere inclinarse un poco más hacia las donaciones individuales y el apoyo participativo", asegura.
La organización responsable del desfile anual y de otros proyectos comunitarios declaró haber recaudado "casi 25.000 dólares de casi 200 donantes" en cuestión de días.
En años anteriores, extravagantes carrozas patrocinadas por grandes empresas desfilaron por la Quinta Avenida de Manhattan junto a las organizadas por grupos comunitarios.
Y aunque muchas seguirán aportando, algunas han reducido discretamente sus compromisos.
Muneer Panjwani, que dirige Engage for Good, dijo que "se ha producido una retirada masiva en el último año, concretamente de empresas que han apoyado durante mucho tiempo los eventos del orgullo y que han decidido no apoyar a nadie".
La organización de Panjwani pone en contacto a empresas con organizaciones sin ánimo de lucro, e informa sobre las contribuciones de los consumidores cuando tienen la opción de hacer una donación al pagar una compra en un comercio.
"Mientras las empresas retiran su dinero filantrópico, los consumidores dicen: 'este tema nos sigue importando'", afirma.
- Movimiento comunitario -
Una de las marcas más destacadas que habría decidido poner un freno a su participación en el Orgullo fue Target, una popular cadena de almacenes.
Durante un tiempo, Target donó silenciosamente al Orgullo de Nueva York, pero ahora ha vuelto a incluir su carroza en el desfile, según Kilbride.
La cadena fue objeto de críticas y vio caer el precio de sus acciones en bolsa a consecuencia de un boicot en Internet en respuesta a su supresión de programas de diversidad, que justificó por "la evolución del panorama externo".
"Seguiremos celebrando el Mes del Orgullo patrocinando actos locales en barrios de todo el país", declaró a la AFP un portavoz de Target.
En el desfile anual del orgullo de Brooklyn, el concejal demócrata progresista Chi Osse declaró a la AFP que "el orgullo comenzó en las bases a través de la comunidad, y las corporaciones que se doblegan ante un presidente que se cree un rey sólo nos muestran quiénes son para nosotros".
La manifestación del orgullo de Brooklyn es de menor envergadura y desde hace tiempo se la considera más radical que la de Manhattan, aunque cuenta con un puñado de empresas participantes.
Anya Glowa-Kollisch, una de las líderes del contingente Sirens Women's Motorcycle Club del desfile, dice que "es estupendo que las empresas estén dispuestas a decir que apoyan la igualdad de derechos".
"Pero creo que, al fin y al cabo, se trata de un movimiento impulsado por personas que exigen sus derechos, y muchas empresas simplemente lo hacen porque creen que deben hacerlo", asegura.
"Así que es muy valioso que la gente de la comunidad se manifieste y demuestre que esto es lo que somos".
J.F.Klein--NWT